sábado, diciembre 27, 2025

¡Urgente! Detuvieron a un familiar: Guía de emergencia para las primeras 24 horas críticas

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Recibir esa llamada telefónica es la pesadilla de cualquier padre, pareja o hermano. «Detuvieron a X, se lo llevó la policía». En ese segundo, el mundo se detiene y el pánico toma el control.

Si estás leyendo esto en la sala de espera de una comisaría, en el auto yendo a tribunales, o en tu casa sin saber qué hacer, lo primero es intentar mantener la calma.

Las primeras 24 a 48 horas desde el momento de la aprehensión son absolutamente determinantes. Lo que suceda en este lapso breve definirá si tu ser querido recupera la libertad rápidamente mientras sigue el proceso, o si es trasladado a un penal para esperar el juicio tras las rejas.

No hay tiempo para lamentarse. Hay que actuar con cabeza fría. Esta guía es tu mapa de ruta inmediato para navegar el caos del sistema penal en sus primeras horas.


Paso 1: Ubicarlo y entender su situación (¿Comisaría o Alcaidía?)

Lo primero es saber dónde está físicamente y bajo qué figura legal.

  • Demora por averiguación de identidad: A veces la policía demora a una persona si no tiene DNI. Esto no debería durar más de 12 horas.
  • Aprehensión/Detención: Esto es más serio. Significa que un fiscal o juez ordenó su detención, o que la policía lo atrapó en «flagrancia» (cometiendo un delito).

Generalmente, las primeras horas las pasará en la comisaría de la zona donde ocurrió el hecho. Tu objetivo principal es evitar que sea «bajado» (trasladado) a una Unidad Penal o Alcaidía penitenciaria. Una vez que ingresa al sistema penitenciario, los tiempos para lograr la libertad se alargan considerablemente. Hay que trabajar rápido para frenar ese traslado.


Paso 2: El estado de «Incomunicado» (Por qué no te dejan verlo)

Esta es la fuente de mayor angustia. Llegás a la comisaría y te dicen: «Está incomunicado, no puede verlo nadie».

No entres en pánico. Es una medida judicial estándar, no un castigo extraoficial. El juez o fiscal ordena la incomunicación (que usualmente dura hasta 48 horas, prorrogables) para evitar que el detenido hable con terceros y pueda «entorpecer la investigación» (borrar pruebas, avisar a cómplices, etc.).

Lo más importante: La incomunicación NO aplica para su abogado defensor. El abogado es la única persona en el mundo que tiene derecho a verlo, verificar su estado de salud y asesorarlo en este momento crítico.


Paso 3: El momento de la verdad: La Declaración Indagatoria (Art. 308)

Dentro de las 24 o 48 horas de la detención, tu familiar será llevado ante el fiscal o el juez para su primera audiencia formal, conocida como «declaración indagatoria» (Artículo 308 del Código Procesal en Provincia de Bs As, o equivalente en CABA/Nación).

Este es el momento más peligroso del proceso.

Ahí se le informará de qué se lo acusa y qué pruebas hay. Tu familiar, asustado y bajo presión, puede querer «explicar todo» para irse rápido. Grave error.

La regla de oro que debés transmitirle (a través del abogado que contrates) es: NEGATE A DECLARAR hasta que tu abogado haya leído el expediente completo. El derecho a guardar silencio es constitucional y no puede ser usado en su contra. Declarar sin saber qué tienen los fiscales es un suicidio procesal.


Paso 4: La trampa de la «Defensa Oficial» vs. La necesidad de un abogado privado

El Estado garantiza un defensor oficial gratuito si no podés pagar uno. Los defensores oficiales son excelentes profesionales, pero están desbordados de trabajo. Manejan cientos de causas a la vez.

En estas primeras 24 horas, donde cada minuto cuenta, depender de la defensa oficial puede significar que a tu familiar lo asista alguien que conoció el caso 10 minutos antes de la audiencia y que no tiene tiempo físico para pelear la excarcelación inmediata.

Si querés resultados rápidos y una estrategia dedicada, necesitás un abogado penalista privado que se aboque 100% al caso ahora mismo.


Paso 5: El pedido de Excarcelación (La libertad no es automática)

Muchos familiares creen que si el delito es «leve» o si la persona «no tiene antecedentes», sale automáticamente a las pocas horas. Falso.

La libertad hay que pedirla formalmente a través de un incidente de excarcelación. No basta con pedirla; hay que fundamentarla. Hay que probarle al juez que tu familiar tiene «arraigo» (trabajo, familia, domicilio fijo) y que no se va a fugar ni va a entorpecer la causa si espera el juicio en libertad.

Aquí es donde la calidad del abogado marca la diferencia entre la libertad y la prisión preventiva.

Muchos creen que cualquier abogado puede «sacar» a un detenido. La realidad es que las primeras horas requieren una intervención de shock, técnica y agresiva. Estudios especializados en litigio penal urgente, como Grimaldi & Briganti, suelen contar con estructura y guardia pasiva para intervenir en comisarías y fiscalías de madrugada o fines de semana, justamente porque entienden que en derecho penal, el tiempo perdido se paga con libertad.

Conclusión

Tener un familiar detenido es traumático. Pero paralizarse es la peor opción. Moverse rápido, no confiar en soluciones mágicas y asegurar una defensa técnica inmediata es la única forma de proteger a tu ser querido de la maquinaria del sistema penal.

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